Ministerio Adentro es una bitácora profesional para compartir lo que aprendo en mi trabajo al frente de un ministerio cristiano.

Me esfuerzo por que cada entrada y cada link en la barra lateral en verdad valgan la pena, para que construyas tu parte asignada en el Reino.

Estás invitado a acompañarme y a enriquecer este espacio con tu opinión.

febrero 10, 2010

un credo para comunicadores

Hermoso es mejor que feo.

Explícito es mejor que implícito.
Simple es mejor que complejo.
Complejo es mejor que complicado.

Plano es mejor que abarrotado.
Disperso es mejor que denso.
La legibilidad cuenta.

Los casos especiales no son lo suficientemente especiales como para romper las reglas.
Aunque, el pragmatismo le gana al purismo.

Los errores nunca deben pasar desapercibidos.
A menos que sean explícitamente silenciados.

Al enfrentar la ambigüedad, rechaza la tentación de adivinar.
Debería haber una -y de preferencia solo una- manera de hacer las cosas.
Aunque esto no sea obvio a primera vista.

Ahora es mejor que nunca.
Aunque nunca es usualmente mejor que *ahora mismo*.

Si la implementación es difícil de explicar, es una mala idea.
Si la implementación es fácil de explicar, puede ser una buena idea.


Fuente

febrero 01, 2010

¿Qué hace a un voluntario servir fielmente durante tanto tiempo? Parte 1

Hoy a la hora del almuerzo, salí con un libro en la mano que me ha hecho pensar en las claves de nuestra permanencia: La Revolución de los Voluntarios, por Bill Hybels. Hoy me hizo pensar en las veces en las que me pregunto, ¿qué hace la diferencia entre los que permanecen en un ministerio durante décadas, y aquellos que deciden irse pronto?

Hybels dice que el llamado a servir no significa dar una mano y perder el interés al año, o servir con euforia y luego apagarse poco a poco. Pero trabajar en el Reino es duro, y por eso hay que entender qué sostiene a la gente en el servicio.

La primera clave para permanecer juntos durante años y años, es poner en práctica nuestros dones espirituales. Quien ha aprendido a identificar las habilidades que posee, quien se capacita para mejorarlas, y quien las pone en práctica, es alguien que tiene semillas para sembrar, y tendrá el deseo de quedarse a verlas germinar y fructificar. Quien no se detiene en un lugar fijo a echar buenas raíces, tiende a seguir moviéndose de un lugar a otro. Podemos finalmente quedarnos y llamar a un ministerio nuestra casa, en vez de ser voluntarios nómadas.

La segunda clave, es vivir en comunidad. Los animales depredadores prefieren comerse a las ovejas que andan lejos, en aislamiento. Pero cuando estamos juntos, compartimos la energía de las victorias, las luchas de nuestra tentación, y nuestra vida personal. Compartir entre nosotros otras cosas además de nuestro servicio (nuestra vida familiar, nuestra recreación, nuestras metas), nos hace ser familia. Llevar la práctica de entregar cuentas a un nivel superior, nos da también un sentimiento cálido de protección en el grupo. Si creamos un sentimiento de ‘nosotros’, y abandonamos el 'yo', si voluntariamente cada uno decidimos buscar al grupo, y actuar no como solitarios, si cada uno botamos barreras de temor o falta de pertenencia, entonces seremos gente que permanece durante muchos años.

Yo mismo pienso ahora en qué medida vivo estas dos claves, y si eso me hace o no una persona que permanece.

diciembre 04, 2009

¿Soy cliente? ¿Soy sacerdote? ¿Yo?

En el Antiguo Testamento bíblico, había que mantener a los sacerdotes del templo. Ellos estaban a cargo de mediar entre Dios y los hombres, y de hacer todo el trabajo ministerial. El pueblo de Israel no hacía mayor cosa por hacer la obra de Dios.

Pero Cristo vino a modificar la estructura religiosa de su tiempo, y nos dejó una vida ministerial en la cual todos somos sacerdotes y ministros. Cada miembro de la iglesia primitiva hacía un trabajo, y al menos contaba como su ministerio el velar por las necesidades de los otros. Dejaron de depender de las figuras sacerdotales para hacer el trabajo de Dios.

Mantuvimos como cristianos esa brillante innovación, hasta hace poco tiempo, en la que empezamos a regresar al modelo ya caduco del Antiguo Testamento. Contratamos gerentes, directores, administradores de la Iglesia, para que hagan el trabajo de Dios. Luego, evaluamos su desempeño y los cambiamos anualmente si no nos satisfacen, mientras nos sentamos con mentalidad de cliente: "enséñanos, estructúranos, planifica y ejecuta por nosotros".

Pero eso atenta directamente contra el modelo de ministerio para el cual Cristo se sacrificó, y quebranta el corazón de Dios. Cierra las puertas de nuevo a una vida en la cual cada uno velamos por las necesidades de los creyentes.

No me malinterpreten, habemos varios trabajadores asalariados dentro de la estructura de la Iglesia. Pero ser el ministro que hace todo, que es el hombre orquesta, solo provoca el desgaste propio, y la frustración de los miembros del equipo, el desperdicio de sus dones, y el estancamiento de su vida de propósito.

El líder que no está inspirando a cada miembro a hacerse cargo de una parte de la obra, a ser las manos de Dios en la tierra, está fallando como tal, está desobedeciendo como tal, y está creyendo que es el único capacitado o empoderado para hacer el trabajo.

Cada uno de nosotros, todos nosotros, sin importar si recibe un salario o no, tiene la obligación, en gratitud por el sacrificio de Cristo, de no ser un espectador ni de rendir al mínimo, sino de invertir sus talentos, sus experiencias y su energía, en hacer ministerio entre sus hermanos.

Adaptado de La Revolución de los Voluntarios, por Bill Hybels, pags. 60-63

noviembre 12, 2009

ideas de la semana para constuir ministerio

10 plugins de wordpress para construir una comunidad en tu blog. Clic.

Las ideas no convencionales esperan un turno para que las consideres. Clic.

5 tips para tener mejor exposición en blogs, tweets y con los seguidores. Clic.

Las peores ideas para promover un ministerio o una iglesia. Clic.

La importancia de tener un dark site para enfrentar una crisis en línea. Clic.

Datos que muestran que la iglesia se trata de redes sociales en Internet. Clic.

6 maneras de organizar tu website ministerial para aparecer en los primeros puestos en Google. Clic.

Las mejores líneas de texto para recaudar fondos -Reporte 2009. Clic.

Prepárate para un ataque del enemigo a tus voluntarios en temporada alta de servicio. Clic.

Evita hacer promesas que no vas a cumplir en el ministerio. Pueden atarte en tu crecimiento. Clic.

Notas desde Willow 09: Liderar a la oposición

Una de las presentaciones en Willow este año fue la entrevista al ex-primer ministro británico, Tony Blair, un hombre a quien recuerdo criticado por sus decisiones al frente del gobierno, especialmente en torno a la guerra en Iraq. Fue esta circunstancia una de las que más me llamó la atención en la entrevista:
Cuando estás al frente a veces no te toca enfrentarte a quienes se te oponen, sino seguirlos liderando.

Reconociendo que en estos años a mí me ha tocado enfrentar oposición, escribo aquí mi propia rendición y mis lecciones en esta materia.

Oposición ha significado para mí desde el desacuerdo en cuanto a políticas de comunicación, decisiones de asignaciones de trabajo o criterios de mercadeo; ataques online a nuestros artículos; chismes, descrédito de mi testimonio y del de mis compañeros; cuestionamiento de la validez de mi liderazgo, o simplemente... que a algunos les caigo mal.

Mi primera opción siempre fue el contraataque, sin embargo en los últimos años he aprendido a manejar más asertivamente ciertas situaciones, con algunas estrategias.

1. Ignóralos.

Recientemente recibí en un día domingo correo electrónico acusándonos de varios fallos y calificándonos severamente, lo cual me preocupó mucho. Ya habíamos dedicado a la situación varios almuerzos, reuniones y movilización de personal. Fue cuando aparecieron en mi mente algunas preguntas: ¿de veras tengo que dedicarle tiempo a la persona que nos está acusando? ¿perderé la paz de mi familia y mi tarde de domingo por esto? ¿dedico el mismo tiempo a los necesitados y al personal en formación? No, a veces la oposición no merece tiempo.

2. Rodéate de aliados, antes de que lleguen las amenazas.

El liderazgo en un ministerio necesita crear alianzas y rodearse de gente fiel, personas de influencia que puedan dar crédito de tu moral, proveer consejo para tus decisiones y levantarte cuando estés golpeado. Este equipo es una defensa contra los ataques de aquellos que no actúan solos, sino que se esfuerzan en formar un bando en tu contra. Un equipo así te permite neutralizar las amenazas. Ciertamente Moisés confiaba en Dios para librarlo en batalla, pero también contaba con aquellos que le sostenían los brazos para alcanzar la victoria.

3. Publica tus políticas.

En uno de los ministerios para los que trabajo publicamos material en Internet, pero el estar expuestos al mundo nos hace blanco de ataques; así hemos descubierto la necesidad de hacer pública nuestra política de eliminar comentarios que nos parezcan inapropiados y ofensivos. En otro ministerio, valoramos mucho la asistencia del personal a cada reunión para asignar puestos de liderazgo al final del año -y por eso nos encargamos de que cada nuevo integrante lo sepa. Sucede igual con factores como las ofrendas, la puntualidad, las relaciones con la familia, y las expectativas de logro. Es preciso concretar las políticas, y hacerlas públicas de todas las formas posibles de manera constante, dentro y fuera de la organización.

4. Actúa bajo cobertura.

Tomar decisiones controversiales sin que lo sepa un líder de la Iglesia, prepara el camino para el desastre. Se trata más bien de cultivar las relaciones con el liderazgo, de manera desinteresada y genuina. Durante este año, un hombre me abordó en la iglesia agresivamente para cuestionar mi testimonio y la honestidad de mis intenciones; a pesar de estar físicamente rodeado de líderes en ese momento, no se me ocurrió acudir a ninguno. Más tarde, analizando la situación, encontré que no había contado a los líderes acerca de como este problema se iba gestando, y había tomado algunas decisiones solo. Fue una lección aprendida de la manera difícil, acerca de la entrega de cuentas de mis acciones administrativas y ministeriales a mis superiores.

5. No siempre se sale uno con la suya.

Nunca subestimemos el poder de hallar un compromiso, un punto en común entre dos puntos de vista aparentemente opuestos, de tomar tiempo extra para convencer a quien no está de acuerdo en el equipo, de buscar empatía con las personas que no están en sintonía y entender sus motivaciones, o de reconocer que uno estaba equivocado o que el hecho de que se hagan las cosas de una o de otra manera, de todos modos conducirá a los mismos resultados. Pero el ceder constantemente, solo por el fin de mantener la paz, crea debilidad en la figura de autoridad y en la moral del equipo en general, y hallar "puntos medios", que no es lo mismo que puntos en común, produce precisamente eso: mediocridad en la estrategia y el desempeño.

noviembre 03, 2009

tu propósito en la vida, y tu propósito dentro del ministerio

Algunas frases para considerar

El secreto de la concentración es la eliminación. Howard Hendricks

Durante muchos años creí la falsedad de que un buen líder tiene que ser bueno en todo. Andy Stanley

Como mentores, ninguno poseemos todos los talentos, por eso es que somos un equipo y hacemos este ministerio juntos. Ricky Marroquín


Algunas preguntas para respondernos a nosotros mismos

¿Cuáles son las 2 o 3 cosas para las que eres bueno en la vida? ¿Las estás haciendo bien? ¿Cómo defines éxito? De las 2 o 3 cosas en las que eres bueno y que definen tu éxito, ¿cuáles están en consonancia con tus dones y talentos?

Cuando encuentras donde se unen las actividades donde sobresales, tus dones y talentos, y la pasión por una causa, allí está tu energía, tu deleite, y el máximo valor que aportas a la organización. Pero no puedes atinarle a un blanco al que no has identificado.

Aparte de tu trabajo como mentor, ¿qué causa pasión en tu vida? ¿Si no es mentorear, entonces cuál es tu pasión dentro del ministerio?


Encontrando tu propósito de vida

Tener un propósito marca la diferencia entre vivir plenamente, y meramente existir. El éxito es resultado de un plan en marcha.
  1. Asumir responsabilidad por tu vida. Cuando dices que alguien más o alguna circunstancia tiene la culpa de tu falta de éxito, le estás otorgando poder, y reconoces que algo o alguien puede tener más control sobre ti, que tú mismo.
  2. Perseverar. Cuando estás comprometido, darte por vencido no es una opción. Dedica la mayor parte del día a tu meta. ¿Te acercan a tu meta las actividades del ministerio en el que sirves? Nunca hacemos las cosas para agradar a alguien que nos quiere ver haciéndolas. Yo me quiero sentar en donde agrego valor. Me dedico con pasión a una sola causa.
  3. Actuar ahora. El tiempo es finito, y eso es un estímulo para buscar alcanzar nuestras metas.
Beneficios que encuentra una persona en su carácter, cuando vive con propósito
  1. Aumenta su disciplina, productividad y logros
  2. Se siente motivado
  3. Adquiere control sobre su vida
  4. Encuentra sentido a las actividades del día
  5. Va a estar en paz consigo mismo
Vivir con propósito es tener la determinación de hacer lo que sabemos que venimos a hacer a esta vida, y hacerlo con excelencia. Mientras no definamos nuestro propósito, lo que hacemos es usar la menor energía posible para existir, con el menor número posible de problemas. Cuando vivimos con propósito, hacemos lo que nos toca hacer, amamos lo que hacemos y se nos nota, y la gente quiere relacionarse con nosotros, pues nuestra vida es magnética.

Encuentra una causa, algo en lo que creas. Si crees en la causa que representa el ministerio en el que estás, busca la manera de usar tus dones allí.

(Original de notas propias, Reunión de Mentores de Libres en Cristo, Septiembre 09)

octubre 28, 2009

ideas de la semana para construir ministerio

(links en inglés)

Un donante del ministerio tiene que ganarse su status. Clic aqui.

¿Son las iglesias y ministerios virtuales en verdad una ventaja, o solo un videojuego online glorificado? Clic aqui.

Resultados de opinión acerca de las aplicaciones de iPhone para iglesias y ministerios. Clic aqui.

Entrega de cuentas: La línea horizontal de emergencias de Dios. Clic aqui.

Un colaborador del ministerio puede tener actitud de vendedor o de socio. Clic aqui.

El dilema/ventaja de prestar servicios de un ministerio online gratuitamente. Clic aqui.

Dirigir no es lo mismo que controlar. Vídeo. Clic aqui.

La innovación como una ventaja competitiva. Clic aqui.

octubre 26, 2009

Notas desde Willow 09: Llenar mi cesto de abastecimiento personal de nuevo

Bill Hybels explicaba su razonamiento,
"El paso que llevaba en la obra de Dios, estaba destruyendo la obra de Dios en mí".
Sé que en las últimas semanas mi abastecimiento personal, espiritual y físico se ha vaciado. Buscando ser eficiente, he notado que hago menos, y mi ritmo es más lento, incluso mi actitud sufre; ahora entiendo que ya casi no tengo reservas personales.

Mi tarea prioritaria no es trabajar, ni hacer que otros trabajen, sino permanecer inspirado para inspirar a otros a que avancemos juntos. Y creo que eso ya no ha sucedido últimamente... al menos no como antes.

Hoy voy a regresar a cultivar hábitos descuidados, y a desarrollar otros nuevos, para mantener mi abastecimiento lleno. Estos son hábitos por los cuales a veces me siento culpable, pero ahora comprendo que son parte de mi trabajo y formación como líder -podré lograr más siendo inspirado, que siendo simplemente un administrador en el Reino.

Necesito a mi Biblia. No puedo hacer mi trabajo sin ella. Hoy leí 1 Samuel y aprendí acerca de la estrategia de sucesión del liderazgo, y del manejo de la oposición. ¿De dónde voy a sacar ese insight para mi trabajo si no me tomo el tiempo de leer las Escrituras?

Tengo un listado de 30 fuentes, entre blogs y podcasts, con líderes que me mentorean sin conocerme. Confrontan mi estancamiento, dicen ideas contrarias a las mías, reúnen recursos para que yo tenga acceso, transforman con su aporte el ministerio en el que trabajo, mapean el futuro, explican las habilidades que aún estoy desarrollando... y llevo meses sin exponerme a sus ideas.

Y necesito tiempo para procesar y escribir en varios espacios las ideas que tengo, para dejar que el conocimiento siga fluyendo. Soy un gran fanático de compartir el aprendizaje, de construir comunidad a través de lo que sé, y de formar a otros. Mientras escribo, el aprendizaje se afianza en mí y se pone en práctica. Pero veo que mis blogs están descuidados -y eso significa probablemente que no estoy construyendo influencia en mi entorno, y no estoy viviendo mi propósito.

Ok, hora de cambiar todo eso.

Líder designado, ungido o heredado, y la diferencia entre ellos

Hoy empecé a leer 1 Samuel en mi devocional diario. Tan solo en la introducción y en los primeros versos del capítulo 1, obtengo varias ideas para reflexionar acerca de mi liderazgo:

Un líder designado no es lo mismo que un líder ungido. Saúl fue designado para ser el primer rey de Israel, pero no fue aprobado por Dios ni por Samuel.

Samuel fue el último líder de Israel que fue una figura de autoridad gubernamental, legal y espiritual a la vez. Fue un excelente líder porque guió al pueblo siempre según lo que Dios decía, y nunca leemos que haya permitido que sus impulsos lo condujeran.

Un hombre puede heredar el puesto pero no ser un líder. Tanto los hijos de Elí como los de Samuel heredaron el cargo de sacerdote/juez de Israel, pero ninguno fue querido por los israelitas, pues su carácter no era íntegro.

Un líder puede ser ungido pero no estar libre de problemas. David fue escogido rey después de Saúl pero tuvo que huir por su vida durante varios años antes de acceder al trono.

Sin embargo David fue fiel a Saúl hasta después de la muerte de éste, y nunca aprovechó una ocasión para dañarlo.

¿Quién tomará mi puesto?

En esta semana participé en una clase donde el catedrático nos retaba a pensar en donde estaremos dentro de cinco años. Yo no comenté en público algunas de las cosas que podría estar haciendo para entonces.

Para responder, tengo que reconocer que siempre seré un educador; aunque ya no trabajo como maestro, sé que esta vocación sigue viva en mí. Por eso, cuando hablo en público o cuando converso, a veces me sorprendo a mí mismo "enseñando" a otros como hacer las cosas, como dominar una habilidad. Siempre quiero que alguien aprenda lo que recién aprendí, es muy raro cuando me quedo con el conocimiento.

Junto a ese rasgo de personalidad, se añade una idea que adquirí en la universidad: vivir en una constante cadena de sucesión. Uno de mis catedráticos tenían palabras como "Tengo 3 personas a mi cargo, que ya he capacitado para tomar mi lugar, y yo estoy listo para buscar el siguiente nivel en mi vida".

De hecho, cuando él dejó su cargo, una de estas tres personas lo sucedió, y a las otras dos les ofrecieron puestos similares en otras instituciones. Todos estaban listos, porque seguían teniendo sueños por alcanzar, vivían con la confianza de sus superiores, y se habían preparado.

Por eso, sé ahora que en el momento en el que asumí los cargos ministeriales/laborales que ahora tengo, empecé también a abandonarlos. Para cuando me vaya, quiero saber que ya hay gente que sabe hacer lo que yo hago.

[Y no, no me estoy yendo a ninguna parte, y apenas estoy empezando a aprender lo que debo hacer ministerialmente.]

Pero siento que dentro de cinco años ya no tendré el cargo que tengo. Quizás haya otro gerente, y yo esté en otra ciudad y en otro país, levantando otro brazo del ministerio. Para entonces habremos adquirido tal experiencia en lo que hacemos, que podremos ser consultores de otras organizaciones -y quizás yo esté dirigiendo eso. Talvez estemos viviendo en un nivel corporativo, y habremos convertido cada área de trabajo de LEC en un ministerio propio: una editorial, un centro de capacitación, un prpyecto multimedia, una asesoría en relaciones públicas, etc. En un año transcurrido desde que vine, no somos lo que éramos, y en cinco más, habremos cambiado muchísimo más. Hace dos años, yo era nada más un asistente a un seminario donde escuché de Libres en Cristo.

Y ahora me veo habiéndome movido dentro de cinco años. Y eso significa que me pregunto si ya conozco a la persona (o personas) que me va a suceder o a aquellos que van a formar la futura estructura del ministerio (¿es alguien que ya trabaja con nosotros? ¿es alguien de lo que hemos educado? ¿personas que conoceremos pronto?).

Me pregunto si todos vivimos congruentemente en una visión a mediano plazo, y si cada uno de nosotros se está capacitando para alcanzar el siguiente nivel este ministerio.

junio 18, 2009

disciplina eclesial en el ministerio: ¿cuánto tiempo debe durar el proceso?

Cuando se separa a un hombre o a una mujer de su cargo o servicio en la iglesia, a causa del pecado, y luego se deja pasar el tiempo de manera indefinida, es el equivalente a castigar a un niño y enviarlo a su cuarto... y dejarlo allí por varios meses, hasta que el padre recuerda que está castigado.

Todo proceso tiene que tener un inicio y un final. El tiempo que permanecerá un miembro del ministerio en disciplina nunca será estándar para todos los casos en los que haya que aplicarla. Una buena práctica incluye acordar junto con la persona a quien se aplica la disciplina, el período de tiempo que él o ella consideran necesarios para su restauración y regreso al servicio.
Esta fecha debe ser congruente con los frutos que el afectado empieza a mostrar, en su vida devocional, en su carácter y en su relación familiar. Aunque estos parecieran ser indicadores no medibles, dentro de la Iglesia raramente pueden falsearse.

Durante el tiempo en el que una persona permanezca en consejería y ayudado a tomar todas las medidas necesarias para su restauración, el líder que esté a cargo debe 'tomar el pulso' constantemente, intervenir cada dos semanas por ejemplo, o cada final de mes, para conversar con los involucrados acerca de los avances y la consecución de metas. La supervisión constante y frecuente supera con creces al hecho de dar instrucciones una sola vez cuando alguien ha caído en pecado, y dejarlo solo durante bastante tiempo, para luego pedirle cuentas acerca de su progreso.

abril 20, 2009

tres consejos para contratar a un diseñador externo (outsourced)

Hal Thomas ha escrito un post en CMS, narrando un encuentro ficticio con Jill, una gerente que deseaba lanzar un proyecto nuevo, incluyendo logo, tarjetas de presentación, un panfleto y un web-site de comercio electrónico y registro de usuarios. Y todo lo necesitaba en cuatro semanas. Thomas narra este encuentro, y luego escribe los consejos que puede dar a los gerentes ministeriales que piensen adquirir servicios de diseño en outsourcing, y evitar los errores que comete Jill. A continuación traduzco estos consejos, en el contexto de las contrataciones que yo mismo estoy haciendo para mi trabajo en el ministerio.

Solicita ver un portafolio.

Podrías haber ahorrado mucho dinero y tiempo simplemente al ver mi portafolio. Esto puede sonar como algo obvio o tonto, pero no tienes idea de cuantas veces me he reunido con clientes potenciales que no se han tomado el tiempo para ver mis proyectos anteriores. Si estás buscando hacer un rediseño del website de tu iglesia, busca portafolios que son fuertes en diseño de websites. Si deseas diseñar un logo para un ministerio nuevo, busca portafolios que muestren múltiples diseños de logos. Esto sirve para asegurarte que el diseñador que contrates tenga lo que se requiere para hacer el trabajo.

Sé explícito acerca de tu presupuesto.

Yo sé que nadie quiere que le saquen hasta el último centavo disponible. Pero la realidad es que las posibilidades para un proyecto pueden ser infinitas. Para mí un trabajo siempre se trata menos acerca del dinero y más acerca de definir las etapas del proyecto. Me ayuda a estimar el tiempo/trabajo que va a requerirse. Y debido a que pocos diseñadores quieren embarcarse en un proyecto que parece que nunca terminará, la mayoría te dará un precio por proyecto y no por hora.

Sé realista acerca de tu marco temporal.

Siempre veo señales de alerta cuando quien me contrata menciona plazos como "cuatro semanas". Sé que cada proyecto es un verdadero reto, y que si las personas desean el trabajo hecho en tan poco tiempo, no les saldrá barato; son muchas las largas horas y las noches invertidas -lejos de las personas y las cosas que amo. Sin dejar de mencionar el costo del trabajo que tendré que subcontratar.

Las fechas de entrega apretadas son una realidad que hay que enfrentar; muchos ministerios suelen subestimar la cantidad de tiempo que requiere crear algo original. Mientras más tiempo pueda permitirse el cliente para colaborar con el diseñador, mejores son las probabilidaes de encontrar la mejor solución en diseño. (Después de todo, ¿quién quiere que le entreguen un producto catalogado como "lo mejor que pudimos hacer debido al poco tiempo"?

Las mejores relaciones entre clientes y diseñadores son iguales a todas las relaciones dentro del cuerpo de Cristo: se basan en el respeto mutuo, la confianza y una meta común que los une. Cultiva este tipo de relaciones y podrás obtener mejores resultados de los proyectos que encargues en outsourcing.

disciplina eclesial en el ministerio: ¿quién se encarga de la restauración?

Continúo esta serie acerca del proceso de restauración de aquel que está viviendo en pecado constante. En mi criterio, considero que es necesario un equipo, un panel de gente trabajando en forma coordinada en la vida del necesitado y en aquellos de su entorno que estén afectados. La carga puede ser demasiada para un solo hombre que intente ayudar a otro. Quienes deberían apoyar en el proceso serían:
  1. Un coordinador. Un líder confiable con la capacidad de armonizar los consejos, recursos y esfuerzos por el bien del pecador. Es importante que lleve registros del proceso -nada complejo, simplemente una bitácora de apuntes-, que marque los tiempos y límites para el cumplimiento de ciertas tareas, y que apoye en buscar y contactar a otros miembros de un equipo.
  2. Un consejero especializado. Alguien especializado en conocimiento y experiencia, con un testimonio sólido en el área de trabajo. Puede ser un consejero matrimonial, un consejero financiero, un terapeuta en adicciones.
  3. Un pastor. Es preciso que el pecador se coloque bajo el liderazgo de un ministro reconocido. La bendición y cobertura pastoral son insustituibles, y permiten que el consejo y el temor de Dios sean transmitidos a través de una autoridad superior y firme.
  4. Un grupo de amigos. El proceso incluirá generalmente bastante dolor, enfrentamientos, perdón, etc. Esta intensidad emocional requiere que el hombre o mujer que está en proceso de restauración tenga amigos con quienes ir a descansar, despejar su mente, hallar consuelo y también sana diversión. El perpetrador no necesita estar aislado/en penitencia constante.
  5. Compañeros de responsabilidad. Personas a quienes pueda dar cuentas constantes de sus avances, luchas y victorias. Gente que pueda animarlo a perseguir sus metas, y con quienes pueda tener acceso en momentos difíciles.
  6. Un grupo de la comunidad de creyentes. Un grupo pequeño o una célula son excelentes para que el creyente se solidifique/reincorpore a la vida en congregación, y para que tenga un sentimiento de pertenencia y no de condenación.
  7. Consejeros adjuntos. Por ejemplo, ¿necesitan el cónyuge o los hijos ayuda también? ¿es necesario que alguien guíe al neceistado para encontrar un empleo nuevo? Recuerda siempre que no debe descuidarse la restauración del entorno del pecador.

¿Piensas que es demasiada gente? ¿Y quien dijo que iba a ser fácil enfrentar el sufrimiento y el pecado? Precisamente por eso la Iglesia es un cuerpo, una comunidad de creyentes.

Una misma persona puede ejercer varias funciones a la vez, y el punto de reunir a un grupo de gente es preparar un cerco de protección, consejo, descanso y ánimo. No es preciso que todas estas personas sepan de los detalles del pecado, pero si que puedan tener la misericordia de ayudar, y evitar que el chisme y la falta de misericordia se propaguen alrededor del pecador. No es preciso tampoco que en un mismo día se reúna a un super equipo, sino que en oración uno encuentre las respuestas de Dios y la gente en el camino dispuesta a ayudar, poco a poco.

Cabe remarcar que es importantísimo que quienes participen en la restauración tengan un testimonio de libertad del pecado que se está tratando, que sean cristianos con frutos de vida evidentes, y de preferencia líderes con autoridad vigente sobre el necesitado de restauración.

Una vez más señalo que las emociones durante el proceso son muy intensas, y que los subproductos de la restauración son la formación de lazos de amistad, el fortalecimiento de la comunidad de creyentes, el entrenamiento de los involucrados para restaurar en el futuro a los necesitados, y la creación de estructuras formales dentro de la iglesia para la pronta ayuda.

abril 15, 2009

disciplina eclesial en el ministerio: ¿cuándo debe aplicarse?

No considero que exista una receta de factores que hagan un perfecto proceso de disciplina. Cada hombre y mujer debería tener un proceso diseñado a su medida. Sin embargo, puedo explicar a continuación cuatro criterios que orientarían a quien debe decidir si aplicar o no la disciplina eclesial, y la forma de hacerlo:
  1. Evaluar si se cuenta con todas las estructuras necesarias.
  2. Identificar si el pecado es ocasional o habitual.
  3. Construir un acuerdo sobre la base del arrepentimiento genuino.
  4. Establecer objetivos a la medida de las necesidades del pecador.

1. Evaluar si se cuenta con todas las estructuras necesarias. Un principio importantísimo es el entendimiento de que un ministerio no es una iglesia. Si la organización existe dentro de la congregación, es el liderazgo de la misma el que debe guiar el proceso. Si el ministerio existe en forma interdenominacional, sin la cobertura lineal y exclusiva de una iglesia en particular, no es del todo recomendable que se aplique este proceso a uno de sus miembros -y la decisión debe ser cuidadosamente razonada. La razón de mi forma de pensar es que es necesaria una estructura sólida y completa que permita organizar recursos alrededor de la vida del afectado, algo que solamente puede proveer una iglesia en orden. Por ejemplo, ¿podría un ministerio poner en pausa en el servicio a uno de sus miembros, a causa del adulterio cometido, si no puede proveerle un consejero matrimonial que le ayude en su restauración? ¿Podrían pedirle que deje su empleo para dedicarse a la restauración de su vida, si no puede proveerle una ofrenda mensual mientras dura el proceso? Cabe señalar, que en algunos casos (en distintas épocas) he estado a favor de aplicar la disciplina, respaldado por una estructura de ayuda, y en otros, he tenido que reconocer que no podemos asumir responsabilidad por el proceso.

2. Identificar si el pecado es ocasional o habitual. Existe una diferencia si el pecado cometido es un pecado ocasional o por ignorancia, o es más bien una vida persistente e intencional de pecado. Cuando la Biblia habla acerca de el que practica pecado, se refiere al que ya tiene hábitos de vida constantes de maldad.

Todo el que permanece en él [que vive y permanece en comunión con y en obediencia a Él -deliberadamente, cono conocimiento y habitualmente] no comete [practica] el pecado. Todo el que practica [habitualmente] el pecado, no lo ha visto ni lo ha conocido [reconocido, percibido, entendido, ni ha tenido un encuentro personal con Él]. 1 Juan 3:6 AMP
A quien ha cometido un pecado ocasional, debe guiársele al arrepentimiento. A quien comete un pecado por ignorancia, debe instruírsele en la Palabra (como en el caso del creyente reciente que daba 2% del diezmo a la congregación, porque no sabía cual es la proporción bíblica correcta). Pero a quien persiste deliberadamente en practicar lo malo, debe ponérsele un alto inmediato.

3. Construir un acuerdo sobre la base del arrepentimiento genuino. Es no recomendable, y de hecho poco funcional trabajar con un pecador que no tiene voluntad para cambiar. Por eso la disciplina eclesial es en fundamento un acuerdo entre ambas partes, sobre la base del arrepentimiento genuino.
»Si el malvado se *arrepiente de todos los pecados que ha cometido, y obedece todos mis decretos y practica el derecho y la justicia, no morirá;22 vivirá por practicar la justicia, y Dios se olvidará de todos los pecados que ese malvado haya cometido. Ezequiel 18:21-22 NVI

Si no existe un arrepentimiento genuino , no es un proceso de restauración, sino una imposición, una separación definitiva de la iglesia, una entrega a las autoridades competentes, o una penalización*.

4. Establecer objetivos a la medida de las necesidades del pecador. La naturaleza del proceso de restauración, y las etapas a seguir, dependen mucho de los objetivos de la disciplina eclesial, que deben incluir en forma general la protección del entorno familiar y relacional del pecador, el aseguramiento de su futuro, y su efectividad ministerial. En otras palabras, debe explicársele a quien ha cometido la falta que estaría suspendido de sus funciones ya que su vida carece temporalmente del testimonio requerido para ministrar (como en el caso de un consejero financiero que ha caído en una adicción a las apuestas, por ejemplo), o que habrá alguien encargado de ministrar a la esposa del hombre que ha sido sorprendido viendo pornografía, o que se le integrará a un grupo pequeño/célula que pueda mantenerlo fiel y rindiendo cuentas al proceso de restauración.

Aún así, este último factor no significa que el proceso de disciplina eclesial gira alrededor de lo que el pecador quiere o no quiere cumplir, sino con la única prioridad de seguir los criterios bíblicos de consejería, aceptación de consecuencias, restitución y restauración.

*Lo cual también puede ser acertado, como en el caso de quien por su pecado pone en peligro la integridad de otros miembros de la congregación. No por estar el pecador "en desacuerdo" con la sanción, debe permitirse que continúe participando en la comunión. Pablo mismo resistió fuertemente a a quellos miembros que se habían desviado del camino.

abril 13, 2009

disciplina eclesial en el ministerio: definiciones

Pecado sexual. Malversación financiera. Cancelación de la membresía en la iglesia. ¿Qué hacer cuando estos ataques llegan al ministerio?

He decidido escribir entradas más largas acerca de los temas que están marcando mi carrera en determinado momento. Empiezo con una serie acerca de una cuestión delicada que me ha tocado implementar recientemente: la disciplina eclesial.

¿Qué es la disciplina eclesial?

Comúnmente la frase alude al tiempo que un miembro de la congregación debe permanecer apartado de un cargo, como consecuencia [castigo] por haber sido sorprendido en pecado, o por haberlo confesado. Sin embargo, el término parece inadecuado para su uso, pues todos los cristianos debemos tener disciplina eclesial -esto es, el rasgo de carácter de actuar en forma disciplinada, ordenada, puntual, frugal, eficiente, dentro de nuestra vida cristiana. Por eso yo usaría otras frases como tiempo de restauración, o pausa en el servicio ministerial. Sin embargo, por ser un término más conocido, me referiré al proceso como disciplina eclesial -o disciplina en la iglesia.

Así , podría definir la disciplina eclesial como
un proceso de carácter privado con objetivos definidos y etapas sucesivas, a mediano o largo plazo, en el cual un miembro de la iglesia se somete voluntariamente a la intervención de miembros autorizados dentro del cuerpo de Cristo, para restaurar su vida después de haber cometido un pecado y haberse arrepentido, por el bienestar y la santidad del pecador, de su familia, y de la Iglesia.
Cada frase utilizada en este párrafo es un elemento que merece una explicación posterior detallada luego, por lo que podemos enfocarnos en una pregunta que arroja una mejor luz al respecto:

¿Qué NO es la disciplina eclesial?

No es un proceso público, ni un espectáculo para escarmiento de los posibles infractores. No es un juicio ni una acusación, ni una usurpación de las facultades de convencimiento que solo el Espíritu Santo puede tener. No daña la identidad del perpetrador, ni sus relaciones familiares o sociales. No es un proceso con un tiempo indefinido, en el cual el pecador permanecerá 'alejado' en un limbo de dudas acerca de su 'regreso'. Tampoco es un proceso cargado de miedo y culpa.

Continúa... Criterios y Pertinencia de su Aplicación